Según se publicaba hoy en la prensa, el periodista australiano Ray Moynihan ha afirmado hoy en la Escuela de Salud Pública que se celebra en Menorca que "el límite de las enfermedades se ha ampliado, y mucha gente sana se cree que está enferma".
El comunicador imparte un curso basado en su investigación sobre la mercantilización de las enfermedades por parte de las industrias farmacéuticas.
Autor del libro "Selling sickness" (Vendiendo enfermedades), Moynihan acaba de publicar ahora "Sex, lies and pharmaceuticals" (Sexo, mentiras y farmacéuticas), un volumen en el que afirma que "el márketing de las farmacéuticas provoca que la gente sana empiece a pensar que está enferma".
Esto es lo que pasa con la llamada disfunción sexual femenina: "A mujeres sanas con poco deseo sexual les hacen creer que tienen un problema de salud y les venden medicinas". Moynihan, profesor de la universidad de Newcastle, ha aseverado que "los clientes objetivos de las farmacéuticas son las personas sanas, no las enfermas".
"Antes -ha explicado- había unos parámetros que marcaban el paso de tensión normal a hipertensión. Este límite se ha ampliado y personas que antes entraban en la categoría de sanas pasan a ser catalogadas de un día para otro como prehipertensas, y lo mismo ocurre con la diabetes".
La mercantilización de las enfermedades se produce cuando se convierten factores de riesgo en enfermedades o problemas sin gravedad pasan a verse como dolencias serias. En el curso que se imparte en Menorca se debate cómo el marketing afecta a las definiciones de las enfermedades y qué posibles respuestas puede haber por parte de la sociedad.
"Lo más importante es que haya conciencia sobre este problema", ha explicado Moynihan. El investigador es muy crítico con la relación "demasiado estrecha" que se establece entre algunos médicos y las industrias farmacéuticas, que les agasajan con regalos y banquetes, si bien es cierto que "cada vez hay más médicos que dicen a eso 'no, gracias'".
Ha expuesto que "hay cierto nerviosismo porque la gente empieza a estar cansada de sentir que está enferma y será más escéptica ante la siguiente amenaza sanitaria", en referencia al alarmismo que se creó ante la Gripe A: "La Organización Mundial de la Salud también aprenderá una lección sobre la forma en que se manejó. Algunas tomas de decisiones estuvieron demasiado influenciadas por las compañías farmacéuticas".
Moynihan ha dejado claro que no es "antimedicinas" porque éstas "salvan vidas y reducen el sufrimiento; el problema es el márketing que en ocasiones es venenoso". (EFE 1000046)
Esperemos que el marketing no pague el mal uso que algunos hacen de el.
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